¿Caídos del cielo o existen en la tierra?


Desde hace más de 30 años, en Estados Unidos existe la figura de Inversionista Ángel y sólo hasta hace unos pocos años llega a Latinoamérica este concepto. Si la limitante del “no hay fuentes de financiación” para los emprendimientos se eliminara en gran medida, y a demás tuviesen éstos, asesorías por parte de empresarios expertos que le aporten sabiduría y experiencia en el sector a desarrollarse, otro sería el panorama empresarial.


Desconocimiento de fuentes alternas de financiación


La economía se sostiene y fortalece, gracias a las pequeñas y medianas empresas, pero no es un secreto, que estas requieran de mayor apoyo y fuentes de financiamiento y tal parece que la crisis genera menos oportunidades en obtener ese capital de riesgo. Al menos esa es la creencia común en el medio del emprendimiento latinoamericano.


Según informe presentado en el 2008 por la Universidad EAN del desarrollo de su investigación llamada “Formación de Empresarios y Creación de Empresas'” revela, que “el 92% de los estudiantes de últimos semestres en Colombia quieren crear su propia empresa, pero las principales barreras para desarrollar sus iniciativas son la falta de capital y el temor al riesgo”.


Los emprendedores de América latina parecen acudir en su mayoría, a fuentes de financiación tradicionales como, ahorros familiares, amigos, fondos de capital de riesgo y bancos, siendo las dos últimas poco accesibles. Es allí en donde entra la necesidad de buscar fuentes de financiación alternas y dentro de ellas se encuentran los inversionistas denominados “Ángeles”.


¿Qué son los inversionistas ángeles? 


Según Mariano Ruani (Co-Fundador y Director Ejecutivo del Club de Business Angels del IAE), “El perfil de los inversores ángeles (IA) es concreto: son individuos, generalmente directivos de empresas, que destinan parte de su patrimonio a hacer inversiones en start up, o proyectos nacientes, a cambio de una participación accionaria de la empresa en formación.”


Estos inversores están dispuestos a asumir el riesgo, apostándoles a ideas novedosas, con excelente proyección, bien estructuradas y por lo general dentro de un sector económico dentro del cual ellos puedan aportar su conocimiento y experiencia, involucrándose en el proyecto. Sin embargo, la mayor relevancia se dirige hacia el capital humano, la capacidad y compromiso que tiene el emprendedor o equipo de trabajo en poner en marcha esa idea.


En Colombia, estos ángeles pueden llegar a aportar un capital de riesgo de entre $100-$500 millones de pesos. Se calcula también, que un ángel puede durar de 2 a 5 años como socio, buscando un retorno de no más del 30% anual. Lo cual se hace justo si se tiene en cuenta que con esta rentabilidad se busca seguir invirtiendo en otras iniciativas emprendedoras y por otro lado, si el proyecto fracasa, el emprendedor no paga nada ya que el costo económico lo asume totalmente el ángel.


La figura de IA se convierte en divina a demás por que un inversionista de este tipo no divulga a los cuatro vientos su condición; dado a que se estima que para calificarse como tal, debe ser un inversionista acreditado que perciba alrededor de $1.000.000.000 de pesos diarios o que haya obtenido un ingreso anual en exceso de $200.000.000 de pesos.


¿Dónde encontrar un ángel inversor?


Se dice que en el mundo hay alrededor de 400 mil IA distribuidos en 300 clubes o asociaciones dedicadas a realizar el proceso de asesoría y evaluación de las iniciativas o planes de negocios. Colombia por ejemplo, ya cuenta con ángeles inversores, como es el caso de Ángeles De Los Andes Inversionistas, denominándose estos, como la primera red formal de inversión de este tipo en el país.


También se encuentra la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), adelantando el montaje del programa  Business Angels, para lo cual firmó un convenio con la CECOT organización empresarial de la Provincia de Terraza en Cataluña.


Lo anterior demuestra que apenas este modo de inversión se asoma en nuestro país, de igual manera ha venido sucediendo en el resto de países latinoamericanos, comenzando con Chile, luego Brasil, Argentina y ahora Colombia. Caso contrario al de países cuyo capital de riesgo se encuentra en un mercado más maduro como Estados Unidos, en dónde se puede hallar con más facilidad y en mayor proporción, oficinas y referencias de todo tipo para llegar a potenciales inversores.


Rompiendo paradigmas


Los clubes o redes de inversionistas se convierten entonces en un punto de partida para conseguir a estos ángeles, que  definitivamente se hayan en la tierra y son tan humanos y alcanzables, sólo se requiere de mucho empeño y ganas de sacar adelante un muy buen plan de negocios, trabajo constante y deseos de cumplir las metas propuestas. Pero más que todo se trata de romper paradigmas, ya que se requiere un cambio de mentalidad para ser capaces de ejecutar y no solamente crear, dejando atrás el temor a fracasar como también la idea latinoamericana arraigada de pobreza y escasez de recursos.


También se requiere crear mayor conciencia a potenciales inversores latinos para que se conviertan en ángeles del emprendimiento y apoyen a tantas iniciativas de gran calidad. Motivarlos a invertir en otras alternativas como estas, se convierte en una opción atractiva en época de crisis, ya que son en estos momentos cuando nacen muy buenas oportunidades de negocios.


Juliana Sierra
Editora 


WEBGRAFÍA
  • Ministerio de Educación Nacional de la República de Colombia. Ángeles inversionistas nacen en Colombia. Revisado el día 9 de diciembre 2009, en http://www.mineducacion.gov.co/observatorio/1722/article-156244.html
  • Mariano Ruani. Si tiene un buen proyecto y necesita dinero, busque ayuda en un "ángel inversor". Revisado el día 10 de diciembre del 2009, en http://www.inversorangel.com/2009/06/si-tiene-un-buen-proyecto-y-necesita.html.
  • Ángeles de Los Andes. Inversionistas. Revisado el día 10 de diciembre del 2009, en http://www.angelesdelosandes.com.





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